Realmente el saludo inicial de esta sección debería ser “¡Hola Oviedistas!” ya que es para el público al que va dirigido, pero tanto por tradición como porque desde este blog tenemos la fortuna de que nos leen personas de equipos distintos al Real Oviedo, lo mantendremos.
Pasamos ya a lo importante, a lo que nos gusta, al fútbol. Esta semana hubo doble cita para el Oviedismo, lo cual no es muy aconsejable para nuestra salud, debido a que normalmente con un partido ya tenemos que atravesar distintas emociones a lo largo de los 90 minutos. El mejor ejemplo de esto, ocurrió el pasado domingo en Vigo cuando el Celta “B” se ponía por delante en el marcador al poco de empezar; “empezamos bien de nuevo” me atrevería a decir que este fue el pensamiento de muchos de nosotros, después con el 2-0 creo que todo volvimos a coincidir en pensamiento, que esta vez iría por “todos los años lo mismo”, pero como ya dije la semana pasada, con poco que nos den ya nos volcamos y con el 2-1 nuestras mentes estaban gobernadas por un “vamos Oviedin que hay que sacar algo” y obviamente al llegar el 2-2 por nuestra cabeza no pasaba otra cosa que “este partido lo ganamos”. Finalmente no pudo ser, y tan sólo nos llevamos un punto ante un equipo que parece candidato al descenso lo que dejaba cierto aire de pesimismo entre los azules.
Pero el miércoles, ese pesimismo se convirtió en euforia, euforia que por otra parte debe ser controlada, ya que después la caída será más dura. Llegaba la Copa del Rey al Tartiere con un recién descendido de 2ª y, por lo tanto candidato al ascenso como el Salamanca. En mi opinión fue el mejor partido de la temporada de los nuestros en especial hasta el minuto 60, hasta cuando a los jugadores les dio su físico, tras llegar al descanso 1-0 gracias a un gol de Falcón después de una buena jugada colectiva el destino nos jugaba una mala pasada en forma de gol en propia puerta que nos mandaba a la prórroga, un extra de emociones a lo que decía antes referente a la salud, pero una vez más el destino quería vernos sufrir un poquitín más, como si llevásemos poco sufrido de un tiempo a esta parte, pasados los 120 minutos el partido seguía 1-1 y por consiguiente todo se decidiría desde los once metros. Los fantasmas del pasado en forma de Jorge Rodríguez lanzando al larguero volvían a pasar por la cabeza de muchos , pero esta vez no, esta vez la balanza se inclinó de nuestro lado y Dani Barrio, portero cuestionado por muchos por su etapa sportinguista (me incluyo), atajó el lanzamiento decisivo y demostró, no sólo con esa acción si no con todo su trabajo, que la portería del Real Oviedo está bien cubierta. Ahora toca esperar al jueves 15 para conocer el siguiente rival, una posibilidad que creo que todos deseamos, es quedar exentos de disputar esta ronda y pasar directamente a la siguiente donde ya esperaría un rival de competición europea, con los beneficios que podría aportar al club aunque a saber cómo sería gestionada esa situación por Alberto y compañía.
Aunque ahora toca ganar al Lugo (esperemos que se cumpla lo de “no hay dos sin tres”) ya que después de la alegría de copa, sacar los 3 puntos en el próximo partido se antoja vital y además vendría estupendamente a los de Pacheta y a la afición ya que entre algunos sectores hay cierta dosis de intranquilidad debido a que tan sólo llevamos un punto de nuevo posibles, no es un buen comienzo, es cierto y negarlo sería carecer de objetividad y eso no se puede permitir, aunque yo prefiero sacar la visión positiva que es la que nos dice que en los 3 últimos partidos no hemos perdido ninguno, conseguimos marcar 5 goles fuera de casa y apeamos de Copa del Rey a dos rivales que son de los más fuertes de la categoría, por lo que desde aquí hago un llamamiento a la afición Oviedista para que cuando vayamos el domingo al Tartiere nos volquemos con el equipo desde el principio y ayudemos al equipo a conseguir la victoria, personalmente será un partido emotivo ya que será el último que pueda presenciar en feudo Oviedista en vivo hasta Enero, por lo menos, así que espero que pueda marchar con una alegría.
Precisamente de la actitud de la afición me gustaría destacar 2 cosas de estos últimos partidos: el sonido de fondo de la afición azul animando en Vigo que hacía parecer que compartían cabina de locución con Miguel Fernandi, lo cual me emocionó y, especialmente como rugió el Tartiere el pasado miércoles,“eran 3.000 pero parecían 20.000” con estas palabras de Pacheta me parece que no hace falta decir nada más.
Finalmente tengo que agradecer, a este paso tendré que abrir una “subsección” dentro de Sangre Azul llamada agradecimientos, a Nacho Azparren (@NachoAzparren), Chus (restaurante De Labra), Pacheta, David Alonso (jefe de prensa del Real Oviedo), Fierros (periodista de La Voz de Asturias) y, especialmente a Chisco García (Onda Cero) su amabilidad y generosidad por dejarme participar en la tertulia del pasado jueves, fue realmente genial y una experiencia que jamás olvidaré.
¡Hala Oviedo!
Santiago Serrano Miralles.
En Twitter: @frefu
No hay comentarios:
Publicar un comentario