Continuamos con los relatos de los mejores y peores recuerdos de varios Oviedistas.
Es el turno de algunos jugadores y varios aficionados.
JUGADORES
Diego Cervero Otero. Por desgracia de Diego Cervero sólo puedo contar con el peor recuerdo.
Peor recuerdo: Mi peor recuerdo sin duda alguna fue aquel final de temporada 2007/08, aquel día en Caravaca
No tengo muchos recuerdos,me acuerdo de la llegada, iba comentando a la gente lo que nos íbamos a encontrar, de que la gente estaría esperándonos incluso hora y media antes en la entrada de aquel campo maldito.
Todo transcurrió normal, saltamos al calentamiento y enseguida vimos que hacia demasiado calor, el campo estaba acortado y el campo estaba alto y seco, cada uno utiliza sus técnicas para ganar, lo malo nuestro que no supimos adaptarnos a las circunstancias.
El partido comenzó con aparente normalidad, con un par de acercamientos nuestros, y un partido normal fuera de casa en liguilla. Hasta el filo del descanso donde el gol de penalty nos hizo mucho daño.
Llegó el descanso y ahora la experiencia me dice que teníamos que haber hecho otra cosa, pero... En ese momento nos creiamos erróneamente superiores y creíamos que debiamos de ir a por el partido.
Fuimos y.... El resto todos lo sabemos.
Llegar al vestuario ducharte, ver la cara de los compañeros, fue un palo. Habia q marchar y desde luego la gente q habia ido asta alli se merecia q los saludasrmos, y q tb nos dijeran lo mal q lo abiamos echo, la gente se porto fenomenal,aunke el palo abia sido grande. El viaje de vuelta tengo un malisimo recuerdo, las ganas la ilusion estaban por los suelos, la esperanza mo la teniamis, y todo se veia desde el punto de vista negativo.
Esta mala experiencia fue algo q nunca olvidare, en el Real Oviedo todo se magnifica, lo bueno y lo malo, es un club muy grande y q todo se vive intensamente asiq la responsabilidad es enorme, pero, estoy seguro q si vuelvo a jugar una liguilla contra un equipo parecido o inferior a mi no nos van a meter cuatro, de eso aprendi q si no puedes ganar, empata y sino puedes empatar , pierde por la miníma.
¿Quién sabe si lo podre demostrar?
Álvaro García-Cuello.Mejor recuerdo: Sin duda los mejores recuerdos que tengo son de su estancia en primera, cuando yo tenía unos 11 años e iba a ver los partidos al antiguo Carlos Tartiere. De aquella jugaba en el equipo alevín y nos poníamos todos juntos en una de las esquinas del campo para ver el partido; era un estadio pequeño, ¡pero como apretaba!
Ese es el mejor recuerdo y uno de los que más frescos tengo en la memoria, parece que fue ayer, pero ya han pasado más de 10 años. Eran jugadores que marcaron una época como Paulo Bento, Dely Valdés, Esteban, Ononpko, Iván Ania, Amieva, Jaime, Oli, etc.
Peor recuerdo: El peor recuerdo me llega desde un estadio en el que más adelante tendríamos una alegría, (un ascenso a 2ªB). En este caso, fue una gran decepción: el descenso a 2ª División. Fue en Son Moix contra el Mallorca, tras una derrota por 4-2 que nos despedía de una categoría a la que todavía hoy no hemos podido volver.
Alberto Mier Martínez "Tato". Mejor recuerdo: Tengo 3 recuerdos, el primero fue cuando mi padre me llevo por primera vez al Carlos Tartiere antiguo a hacerme socio, el segundo fue el Torneo de Brunete que disputé con el Oviedo.
Peor recuerdo: Empiezo por lo peor, sin lugar a duda fue el descenso de segunda a tarcera y la incertidumbre que rodeo al Oviedo sobre su existencia.
AFICIONADOS
Jesús Ramón Villoria Carbayo @Mon_villoria. Mejor recuerdo: Sólo llevo 5 años de socio del Real Oviedo, por lo tanto mis mejores momentos son muy recientes. Si tengo que escoger uno me quedo con el penalti que paró Aulestia en Mallorca, verme tan cerca de tener que jugar otras dos eliminatorias y de repente no, se acabo, adios a tercera, y las lagrimas que no pudo evitar el que para mi sera ya para siempre uno de los grandes que nos hemos encontrado en este infierno que es la tercera y la segunda b. Muchas gracias por todo Oinatz.
Peor recuerdo: El peor pudo ser el Caravacazo o la promocion con Pichi, pero creo que cuando peor lo pase como oviedista fue cuando los mexicanos dijeron basta, despues de un mes que si, que ya esta hecho, dormirme todos los dias a las 4 de la mañana esperando noticias teniendo que madrugar al dia siguiente al final para nada. Pense que todo se terminaria ahi, viendo como estaba lo deportivo me dije se acabo ya estamos muertos, pero de momento seguimos vivos y eso es lo importante, bueno y esto ALBERTO VETE YA
Emilio López García @emiliolg1985. Mejor recuerdo: Mi mejor momento, por suerte es difícil destacar uno, pero si tengo que quedarme con uno sería con el Real Oviedo 3-0 F.C. Barcelona de la temporada 99/00, sobre todo por lo que significó en ese momento. Aquella temporada con Luis Aragonés en el banquillo la pasamos practicamente entera metidos en descenso, veniamos de ser goleados 6-2 en Valencia y el panorama era muy feo, yo estaba casi resignado a que acababamos descendiendo. Y en la jornada 33 recibiamos al Barça que se jugaba la Liga, partido complicadísimo y que podia dejarnos muy cerca de 2ª en caso de perder, pero por suerte, nada más lejos de la realidad, nos marcamos un partido inmenso, borrando del campo al equipo de Van Gaal con un gol de Pompei y otros 2 de un inmenso Dely Valdés, esa jornada salimos de descenso, tras 21 metidos en el pozo, y ya no volvimos a caer más, gracias a las posteriores victorias en Vallecas y Sevilla. Veía tan negro ese año y tan complicado no acabar descendiendo que esa salvación me supo como si fuera una clasificación para la UEFA.
Peor recuerdo: De los peores momentos, tambien hay muchos para elegir... pero me quedo con el detonante de todo, el descenso a 2ª. En esta ocasión me ocurre algo parecido a mi mejor momento, pero a la inversa, jamás me esperaba ese año que acabaríamos bajando, por muchas razones: la espectacular racha en casa al principio, coquetear con la UEFA, el "fichaje estrella" de Collymore en Enero cuando mejor pintaba todo... Pero empezamos a caer y caer y meternos cerca de los de abajo peligrosamente (ese puto partido con Osasuna en casa...) y llegamos al Camp Nou, dando pena todo el año fuera de casa, jugandonosla ¡y ganamos!, 5 puntos al descenso y 6 en juego, esto está chupao, imposible que bajemos... lo que pasó despues ya se sabe, contubernio vasco-navarro, el impresentable de Losantos Omar ante el Madrid y a Segunda en Mallorca, creyendo en el milagro hasta el 4-2 que marcó Alvaro Novo, justo al mismo tiempo que en la radio se volvían locos con la chilena de Rivaldo al Valencia... aun se me cae el alma a los pies cuando dan ese gol en tv y se ve el rotulito de "MALL 4-2 OVI" (http://www.youtube.com/watch?v=v0ygJQVH2C4). Y a partir de ahí ya se sabe todo lo que vino, pero eso si, lo importante es lo que aun queda por venir. ¡HALA OVIEDO!
Nacho Blanco @Nacho_Blanco "blog: Ovieditis". Mejor recuerdo: Cada partido en directo lo es, o cruzarme con un oviedista desconocido por Barcelona la mañana del partido en Pontevedra y correr a abrazarle aún a riesgo de ser atropellado. Ser oviedista es una pasada, una grandeza incomparable y de lo que me he dado cuenta desde que vivo en la Ciudad Condal y noto al Barça cada día: ellos nunca podrán sentir lo que nosotros sentimos por nuestro equipo aun siendo "més que un club", ni ellos ni nadie. Lo que vivo en cada viaje, en cada partido en el Tartiere que me puedo juntar con los amigos de siempre... no lo cambio por nada en este mundo. Iba a elegir el día del 1-5 en Ávila como mejor momento, probablemente sea el día de felicidad más plena de toda mi vida: la cantidad de gente que nos desplazamos, el ambiente en la ciudad, el aspecto de la grada, la locura del resultado y la liberación posterior con la plantilla fueron algo indescriptible. Pero por encima de todo me quedaré con aquél 24 de Agosto de 2003 en que jugamos el primer amistoso desde el descenso a Tercera, en Noreña frente al Condal. Bajé desde El Berrón con mi primo Jorge, no conocíamos a ningún futbolista pero me sentí orgullosísimo de esos once chavales que saltaron al Alejandro Ortea, más que nunca en un partido. Recuerdo que Jairo estaba en las gradas, le pregunté cómo iba su lesión y me dijo que tenía unas ganas de jugar enormes; mira después lo que nos hizo. El partido acabó 1-1, nuestro gol fue de Omar en la segunda parte, que con Kily fue el que mejores sensaciones me dejó aquél día, los que más me llamaron la atención. Ahí fui consciente de que el Real Oviedo no se moría... y no lo va a hacer ahora. Nos enterrará a todos.
Peor recuerdo: Lamentablemente, muchos. El día del descenso en Mallorca vi el partido con mi hermana mayor y mi cuñado: estaba hundido, mi uso de razón sólo nos había visto en Primera así que imagínate. Recordar ahora que, en el coche de vuelta a casa mi hermana me dijo "el año que viene sube, no te preocupes" aún me hace llorar. Caravaca también fue un mazazo: afición y futbolistas juntos a las puertas del Estadio, en ese momento creí que se acababa todo y llamé a un amigo diciéndole que nos quedaba un mes de Real Oviedo. Pero a pie de bus Aulestia y José Luis tardaron cinco minutos en convencerme/nos de que el Tartiere remontaría el 4-1, llegué directo de Murcia a la universidad cantando bufanda al aire, aún recuerdo la cara de incredulidad de mis compañeros esportinguistas al verme (Iván Hernández inclusive). Pero el peor momento de todos, sin duda, fue cuando el año pasado se frustró la operación con Pegaso. Lo veía claro, eran el rayo de luz que nos sacarían del pozo después de tantos años, mi ilusión estaba desbordada por librarnos de la lacra de Alberto aunque la situación del equipo fuese agónica en Segunda B. Fueron muchas noches de insomnio en el Foro Oviedista esperando la confirmación desde México. Y en una tarde, cuando todo parecía hecho, el sueño se va al garete. Recibo un mensaje de @RickyIglesias dándome la mala noticia justo antes de empezar mi entreno con los chavales (Junior de Baloncesto) y simplemente me derrumbé; lágrimas de rabia y frustración, los chicos consolándome y yo incapaz de articular palabra, inmóvil. De nuevo creí que la historia tocaba a su fin. Vivir eso sin ningún oviedista al lado en el que apoyarme fue muy jodido. Como lo puede ser ahora.
Carlos García-Ovies @CarlosOvies. Mejor recuerdo:Elegir el mejor momento que he vivido como oviedista, cuando con apenas veinte años sólo he vivido desgracias (salvando el ascenso en Mallorca), es complicado. Por eso he elegido algo extra deportivo; una anécdota que en realidad no me afectó directamente a mí, sino a mi hermano pequeño. El caso es que estaba con mi familia en Salinas, en un conocido club deportivo y, a través de la valla, mi hermano (de siete años) reconoció a Raúl, que de aquella era el entrenador del primer equipo. Le pidió un autógrafo y Raúl se lo dio, siempre con una sonrisa en la boca y tratando genial a mi hermano, nervioso y contento a partes iguales. Antes de irse, el míster le preguntó a mi madre si podíamos acercarnos a su coche (unas calles más allá) porque tenía pósters, banderas y demás, del Oviedo, claro. Pero en ese momento (por razones que no vienen al caso) no podía ser. Unos veinte minutos después, un coche se detuvo al lado de donde nos encontrábamos, se bajó Raúl con un póster, entre otras cosas, y se lo dio a mi hermano, que casi no podía ni hablar de la emoción. Mi madre y yo le dimos las gracias y su respuesta fue: "lo que sea por un pequeño hincha". Ese momento me marcó, quizás porque estas pequeñas cosas son las que te hacen creer que el fútbol es algo más y sobretodo, que pese a que todo apunte a lo contrario, en este deporte aún queda gente como Raúl, de verdad, auténtica. Gente que por desgracia no abunda en nuestro querido club.
Peor recuerdo: No sé cuál es la peor experiencia que he tenido como oviedista, pero hay unas cuantas que no me gustaría repetir. El mazazo de Caravaca, o el de Pontevedra, son dos evidentes, aunque también es cierto que un oviedista siempre desarrolla una extraña capacidad para levantarse y armarse de orgullo justo de después de una gran caída. Y, experiencias a un lado, sin duda lo peor que me ha tocado sufrir como carbayón tiene nombre y apellido. Alberto González es como un gran cáncer en el corazón de un club, que cumple ya ochenta y seis años. Espero que algún día se pueda extirpar y nos olvidemos de los temas de salud, pero al menos tengo el consuelo de que hay un gran médico en la sala, quizás el mejor del mundo: la afición.
Francisco Fernández Guisasola @Ijyzs. Mejor y peor recuerdo:Comencé a ir al viejo Buenavista antes aún de tener uso de razón. Mi abuelo (que recordaba los tiempos previos a la fusión y los partidos en Teatinos) y mi padre (que vivió la gloriosa época de antes de la guerra con los César, Pena, Riera, Soladrero, Sirio, Castro, Casuco, Gallart, Lángara, Herrerita y Emilín), me llevaban de la mano a un estadio, ya algo vetusto, pero lleno de solera. El Oviedo estaba en Primera y contaba con figuras tan famosas como Paquito, Iguarán, José María o Sánchez Lage. Por desgracia (era muy pequeño) no mantengo muy vivos los recuerdos de aquella temporada —la 62-63— que culminó con el Real Oviedo en el tercer puesto de Primera División. Las autoridades deportivas nos privaron de jugar la Copa Europea de Ciudades en Feria —algo a lo que por clasificación teníamos derecho— con el argumento de que la ciudad de Oviedo no tenía feria. Un recuerdo bueno y uno malo.
Seguí acudiendo con mi padre —menos de 10 minutos caminando, atravesando un barrizal descampado— al estadio de Buenavista. Los porteros, que siempre hacían la vista gorda ante un renacuajo que apenas levantaba un metro del suelo, un día comenzaron a poner pegas. Era la temporada 1967-68 y mi padre, ¡por fin! —de aquella no se estilaba lo del socio-bebé—, me hizo socio del Real Oviedo. Socio mensual, con dos recibos: uno, para entrar al estadio, se renovaba cada mes; el otro, anual, era para subir a la tribuna Sánchez del Río, donde nos sentábamos —en banco corrido—, en las últimas filas, a la altura del borde del área más próxima a la tribuna Silvela.
Allí sentados —y ya con más uso de razón— aprendí la primera alineación que repito de memoria: Lombardía, Carrete, Tensi, Juan Manuel; Iriarte, Vicente; Javier, Jaquet, Mariano, Galán y Uría. Allí vivimos la agresión de Pepiño a Uría, que abandonó el campo sangrando, protestando todos que el jugador del Ferrol no fuera expulsado. Allí, vivimos los dos ascensos de los años 70. Allí, vimos como Tensi —en un partido de Copa— tiraba un penalti con tal fuerza que el balón entraba, golpeaba en el poste de detrás (de aquella los postes de las portería eran un bloque que se apoyaba en dos arcos dentro de la red), y volvía repelido al campo; entonces, vimos estupefactos como el árbitro (mientras todos, equipo y afición, celebrábamos el gol) mandaba seguir jugando y en el contragolpe casi nos marcan... pero, a pesar de todo, nos clasificamos. También allí sonó y escuchamos por primera vez el Himno del Real Oviedo y allí comenzamos a ver los partidos del Vetusta: un domingo el Oviedo, otro el Vetusta (salvo cuando coincidían los dos en casa y el filial salía a jugar al terminar el encuentro del primer equipo). Y allí nos tocó el descalabro de ¡una temporada en 2.ª B! Nos parecía inconcebible.
Años después, a principios de los 80, y ya sólo con mi padre (mi abuelo, tristes casualidades, murió en 1977, cuando tenía de número de socio precisamente el 77), en una Buenavista urbanizada y sin barro (en esos años, el barro estaba dentro del terreno de juego), padecimos la remodelación del Tartiere para el Mundial 82. Nos tocó pasar una temporada en la tribuna de enfrente, (mientras construían la nuestra) y luego volver a una tribuna muy estrecha, mucho más incómoda... pero en la que ganamos el título de Copa de la Liga de 2.ª: nuestra única copa oficial.
Y volvimos a Primera. Y vivimos unos años 90 en los que estábamos en nuestro lugar: viendo en el campo a jugadores como Maradona y jugando la Copa de la UEFA. Y, aunque también nos tocó comprar a cada uno cuatro acciones de la nueva SAD, de esa década casi todos son buenos recuerdos.
Hasta que, con el nuevo siglo, nos tuvimos que ir al nuevo campo en la Ería y... nos tocó vivir el 2003. De esta última época no merece la pena contar mucho, porque todos los oviedistas la tenemos muy presente. Demasiado presente. ¿Los mejores momentos de esta década? El Himno con las gaitas sonando por primera vez cuando salían unos chavales (desconocidos entonces, héroes ahora) a jugar contra el Mosconia; el rastrillo del día del Uni; la clasificación del Guijuelo en San Lázaro; Ávila, Mallorca... ¿Los peores? Seguir en los barrizales.
Clara Eugenia Fernández Miranda @soyazul1926 . Mejor recuerdo: Me acuerdo de muchos buenos momentos a lo largo de mi vida oviedista. Aquellos partidos que pasamos imbatidos en primera de la mano de Irureta, donde los grandes caían en el Viejo Tartiere, o el ascenso en Mallorca con aquella vuelta desde Ranón inolvidable, en una marabunta azul que no se me va de la memoria. Podría mencionar miles de instantes que tengo aún en la retina: cualquier control de Jockanovic, quizás el futbolista más elegante que vi en un campo de fútbol; todavía estoy viendo a Gorriarán y Sañudo, zafarse contra todos los delanteros, supliendo su falta de calidad con unos huevos y una raza impresionantes. Pero el mejor momento, sin lugar a dudas, fué cuando vi al equipo salir el día del Mosconia con el himno de las gaitas de fondo, por todo lo que suponía, porque eso...era volver a la vida. Aunque pasen cien años jamás olvidaré aquel 30 de agosto del 2003.
Peor recuerdo: Supongo que a la hora de acordarse de los peores momentos siempre pesen aquellos más cercanos en el tiempo. El verano del 2003 fué un antes y un después en mi vida oviedista. Hasta entonces era un sentimiento especial, pero no dejaba de ser fútbol, nadie pensaba que en un futuro no muy lejano nuestra existencia estuviera pendiente de un hilo. Pero aquel verano nuestro corazón se encogió en un puño, y un montón de enemigos surgieron de repente para decirnos que no teníamos futuro, que esto se acababa. Fueron momentos de angustia, pero alrededor de ellos surgió con una fuerza imparable un sentimiento irrefrenable, a base de corazón, que hizo posible que a día de hoy sigamos vivos. El REAL OVIEDO ya no era sólo nuestro equipo de fútbol, era nuestra pasión, nuestra vida, y nuestra forma de vivir. Lo triste es que todo lo que conseguimos con tanto esfuerzo actualmente vuelva a estar en peligro por culpa de un delincuente con mayúsculas que mantiene secuestrado al REAL OVIEDO y a la ilusión de todos los oviedistas. Aquello fué sólo una batalla, todavía queda vencer en la guerra final.
Hugo Álvarez @hugoyo92. Mejor momento: Mi mejor experiencia como oviedista está por llegar, pero hasta ahora ha sido el partido que nos enfrentó al Mallorca B en el partido de ascenso a Segunda B. 27.214 personas, incluso pagando socios, y un ambiente inolvidable, era el Tartiere de las grandes ocasiones (sinceramente pienso que si esto no se vive cada fin de semana no es solo culpa del fútbol moderno sino también de los precios y de Alberto) y el público fue el jugador número doce, el partido fue algo aparte. ¿Qué hubiera pasado si hubiéramos perdido? Por suerte no lo sabremos nunca.
Peor momento: Nunca lo olvidaré, la temporada pasada en el partido del Tartiere contra el Sporting B pasé mis peores momentos como oviedista. Acudí al campo con mi pareja y unos amigos de Gijón y en el filial sportinguista jugaba (y juega) José Cruz, que por entonces iba conmigo a clase. Era el minuto 24 de partido, el sportinguista Muñiz lanzó un balón que rechazó Aulestia y Cruz marcó sin oposición alguna. Fue el último partido de Jose Manuel al frente del Oviedo y el peor partido que he vivido en mi vida. Es hasta ahora mi peor experiencia, pero temo que con estos dirigentes tenga mi peor y última experiencia: la desaparición.
Dairén García Riestra @DairenGarcia. Mejor recuerdo: No es nada fácil encontrar buenos recuerdos relacionados con el Oviedo a mi edad, me refiero a recuerdos de años de gloria, en Primera... Supongo que cualquiera ajeno a todo esto encontrará surrealista, incluso ridículo, que mi mejor recuerdo con el Real Oviedo sea un partido contra el Mosconia de Grao, el 31 de agosto de 2003. Puede parecer tonto, pero nunca había sentido lo que sentí ese día al entrar al Tartiere, al ver a otros 4 mil locos esperando ansiosos a que empezase un partido de Tercera División... Creo que no volveré a sentir esa sensación jamás, exceptuando el día que volvamos a Primera División. Ese partido significaba que estábamos vivos, y el grito de alegría y rabia contenida que soltamos casi al final de la primera parte, cuando un desconocido Kily marcaba el primer gol del Real Oviedo en tercera no era más que el grito de una afición que demostraba estar dispuesta a luchar por algo que formaba parte de sus vidas, y no estaban dispuestos a dejarlo morir tan fácilmente. Como os decía, quien no lo sienta, no podrá entenderlo; sé que vosotros sí.
Peor recuerdo: Como peor recuerdo podría hablar de cualquier no ascenso, o mismamente el doble descenso a Tercera, pero no. En todos estos años no hemos pasado un momento peor que la noche del 8 de noviembre de 2003. Esa maldita noche, un trocito de cada corazón azul se fue con Armando, con él se llevó parte de esas ganas con las que luchábamos por sacar esto adelante, parte de nuestro valor. Pero a cambio nos devolvió fuerza, muchísima fuerza para seguir, para llegar algún día a devolver a este club a donde se merece, fuerza para intentar sacar esto adelante. Sé que está orgulloso de nosotros, de que no nos hayamos rendido y sigamos luchando a pesar de todo, y sé que desde un lugar muy azul nos sigue dando fuerza. Esa noche se fue un ejemplo de orgullo, valor y garra, y es con diferencia el recuerdo más triste que tengo, y probablemente tendré, del Real Oviedo.
Pero como siempre digo, solo muere quien cae en el olvido, y tu corazón sigue aquí, en pequeños trocitos, repartidos entre los corazones de cada uno de los oviedistas que tuvimos la suerte de verte defender la elástica azul, en cada uno de tus amigos, en Blanca, en Balta, en tu hermana; estés donde estés, siempre estarás con nosotros, y en cada uno de nosotros hay un pedazo de ti.
Alberto Brevers González @Brevers86. Mejor recuerdo: Pues mi mejor recuerdo fue el ascenso en Mallorca del 2009. No me encontraba en España si no en Líbano y vimos el ascenso con unos cuantos compañeros también del Real Oviedo a través de la TPA internacional. Viendo el partido desde allí, animando como si estuviéramos en el mismo campo llego el primer chasco, marca el Mallorca B y significaría la prorroga. Pasan los minutos y los nervios se apoderan de mis compañeros y de mi. Llega la prorroga y seguimos igual, penaltis no por favor decíamos todos. Nuestras plegarias no surgieron efecto y se llego a la tanda de penaltis. Casi sin poder mirar a aquella tele de los nervios, la tanda de penaltis fue pasando sin ningún fallo. Llega el momento del 6ª penalti y la parada de Aulestia, creo que la afición empujamos a Onaitz para que parara ese penalti. El salto que pegamos tras la parada de Aules fue espectacular y nos pasamos mas de 10 minutos cantando y saltando, me hubiera gustado haber estado en Mallorca pero creo que haberlo vivido en otro país tubo su encanto.
Peor recuerdo: Bueno creo que estos últimos años el Oviedismo llevamos una mala racha bastante considerable, pero para mi el peor día fue la fase de ascenso a 2ªB del 2004 contra el Arteixo, un mal resultado en la ida hizo buscar la remontada en el Tartiere. Yo por desgracia no pude estar ese día allí y me toco seguirlo por la radio a través de Radio Sele. Tras una primera parte desastrosa, el Oviedin se ponía por delante y empataba la eliminatoria. Lo peor estaba por llegar, dos contras del Arteixo ponían a los gallegos por delante y la tristeza se apodero de mi, aun que yo tenia la esperanza que el Oviedo remontara y lo hizo cuando a 5 del final se puso 3-2. Si verlo por la tele es bastante malo para los nervios, pues escucharlo por la radio ya ni te cuento... Al final no pudo ser y el arbitro pito el final del encuentro. Apague la radio y con los ojos llorosos y muy triste me fui a la cama. Mi padre intento animarme y que saliera un rato, todos los amigos estaban de fiesta y yo metido en casa, pero le dije que hoy no era un día de fiesta, era un día muy triste y que lo mejor que podía hacer era irme a dormir.
Ana González Martínez @Anina_GM. Nunca he ocultado que sigo al Real Oviedo desde hace bastante poco, así que tanto el mejor como el peor recuerdo que tengo son muy recientes. Mejor recuerdo:El mejor recuerdo es de esta temporada. Ni siquiera el ascenso que viví, con aquel Tartiere lleno hasta los topes y animando sin parar, me dejó tan buen sabor de boca como el partido en San Mamés. Un campo que seguramente no volvamos a visitar en la vida, (puesto que en poco tiempo tendrán el nuevo estadio, prefiero pensarlo así), contra un rival de entidad, y compartiendo grada y ciudad con la mejor afición de España. La última vez que había estado en Bilbao fue cuando jugamos, la temporada pasada, contra el Lemona. Ellos jugaban un amistoso contra el Celtic ese mismo fin de semana, y por la noche la ciudad se abarrotó de camisetas rojiblancas. El ambiente era increíble, y yo sabía que quería vivirlo en primera persona: quería ir a San Mamés cuando jugara el Real Oviedo, y formar parte de ese ambiente.
Si a eso le juntas una gran compañía, pasar el día entero en Bilbao antes de un partido es algo altamente recomendable. Entrar en ese estadio, escuchar a la afición rival cantar el himno, sentirte orgullosa del trabajo que han hecho los futbolistas en el campo contra un equipo EUROPEO, y que nuestros cánticos y ese juego callaran San Mamés cuando empezaron a ver complicado pasar esa eliminatoria... porque sí, callamos San Mamés, igual que ellos callaron Old Trafford hace muy poco. Y que nada más acabar el partido, todo San Mamés coreara el nombre de tu equipo... Es una sensación indescriptible; los que también lo habéis vivido sabéis a qué me refiero. Por primera vez en 11 años, ¿no os sentisteis otra vez de Primera?
Eso sí, tampoco me olvido de la sensación de 27.000 almas cantando en Tercera, ahí también volví a sentirme de Primera; pero es que esto es La Catedral, y ojalá podamos vivir muchos partidos más como este, contra equipos de entidad, que superen este grandísimo recuerdo.
P.D. Ni qué decir que, en el partido de ida del Copa del Rey, que los aficionados bilbaínos portaran pancartas de "Alberto vete ya" y corearan nuestro grito de guerra, fue la mar de prestoso.
Peor recuerdo: El peor fue, sin duda, el fallido intento de subir a Segunda hace dos años. Después de varios años soñando con ese momento, todas mis ilusiones se desvanecieron a lo largo de los 90 minutos más largos que recuerdo. Todo ello sumado al cabreo que teníamos todos por el tema de las entradas, fue un día para olvidar. Los goles llegaban por parte del Pontevedra a pesar de estar en inferioridad numérica, y no se veía apenas reacción por parte del Real Oviedo, más allá del gol de Perona. Con el pitido final me sentí en shock: solo recuerdo a decenas de personas pasar a mi lado para saltar al campo, y yo no podía ni moverme. Solo de pensar, otro año más en estas categorías, jugándonos la vida cada inicio de temporada... porque eso es lo peor, el tiempo se nos agota, y en ese momento solo podía pensar en lo que podría suponer eso, en el futuro del club.
Jacobo de la Roza Miranda @jacobodelaroza. Mejor recuerdo: Tengo 23 años recién hechos, llevamos más de 10 vagando por categorías no profesionales y no recuerdo nada del gran Oviedo de Irureta ni de ninguno anterior al de Fernando Vázquez, así que, como comprenderás, no tengo ningún recuerdo realmente bueno. Pero si me tengo que quedar con uno elegiría el ascenso contra el Ávila. Es triste quedarse con un ascenso a Segunda B pero por lo que significó, tanto moralmente como deportivamente, es algo que nos marcó a todos (creo que no hago mal en generalizar) porque fue la muestra de que una afición unida está por encima de cualquier ente político y económico, "con el Oviedo quien quiera, contra el Oviedo quien pueda", y de que, por mucho que les doliese a algunos, el Ave Fénix siempre renace.
Peor recuerdo: El peor, es difícil quedarse con uno, creo que podría decir que fue la eliminatoria contra el Caravaca. Fue el momento más duro porque, además de no subir, la manera de perder fue demasiado cruel. 60 minutos luchando como jabatos, ponerte por delante en la eliminatoria con un golazo y al final perder en el último momento prácticamente por culpa de que el árbitro te deja con 10 fue tan despiadado que pareció que el desenlace del partido estaba escrito por un sportinguista cualquiera. Nunca sufrí tanto la injusticia y dureza del fútbol como en ese partido.
Bueno, esto ha sido todo, espero que hayáis disfrutado con la lectura tanto como yo, sin duda para mi leer esto es emocionante ya que evoca grandes recuerdos.Desde luego yo, y supongo que el resto de vosotros puedo afirmar sin temor a equivocarme que estamos orgullosos de ser del Real Oviedo, orgullosos de lo que fuimos, somos y seremos. Orgulloso de defender a este equipo en las buenas y en las malas. Orgullos de no fallar nunca al equipo aunque a veces ellos no nos correspondan. Orgullos de haber nacido con dos colores: uno blanco y otro azul. Repito, orgullosos de ser del REAL OVIEDO.
Para acabar, dejo un mensaje a modo de vídeo.
¡VOLVEREMOS!
¡HALA OVIEDO!
Santiago Serrano Miralles.
En twitter: @frefu
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