Hoy en Bajopalos hablaremos de uno de los fenómenos más habituales en el mundo del fútbol, estamos hablando de la venta de equipos a grandes inversores procedentes de países donde el deporte rey no llega a príncipe.
El primer “caso” lo podríamos situar en Peruggia en el año 2003, cuando Al-Saadi Gadafi (hijo del líder libio Muadar Gadafi) empieza a jugar en el club italiano, a pesar de que el ex-entranador libio (Franco Scoglio) le menospreciase como jugador, mucha gente pensaba que este fichaje no era más que por mera publicidad.
Aunque sin duda alguna, el “boom” de estos acontecimientos es el que aún estamos viviendo con el Chelsea con Roman Abramóvich a la cabeza, el ruso llegó a la ciudad londinense dispuesto a tirar de talonario con el único objetivo de ganar la Champions, y efectivamente desde su llegada en 2003 hasta el presente ha invertido una gran cantidad de dinero (con Fernando Torres como último ejemplo tras pagar 50 millones de libras esterlinas por su fichaje al Liverpool) en el club de Stanford Bridge, pero a pesar del dinero invertido, de los jugadores y entrenadores fichados el Chelsea sigue sin conseguir la “Orejona”, aunque en 2008 se quedó a las puertas tras perder 6-5 en los penaltis ante el Manchester United.
Precisamente los “red devils” son otro ejemplo de estos equipos que han sido vendidos a multimillonarios, en este caso a la familia norteamericana de los Glazer. Pero aquí, y al contrario que en el Chelsea una parte de la afición le ha dado la espalda a este proyecto y ha decidido fundar uno nuevo, el F.C United of Manchester en julio de 2005.
Finalizando en Inglaterra otro buen ejemplo son los vecinos de los de Old Trafford, “the citizens” en el que Abu Dhabi United Group for Development and Investment, grupo inversor de los EAU con Sulaiman Al-Fahim como parte visible, y Mansour bin Zayed Al Nahyan como máximo accionista, se hizo con el control del club con el fin de convertirlo en un “súper-equipo”, aunque tres temporadas y una gran cantidad de dinero invertido después el Manchester City sólo cuenta la victoria en la F.A Cup y la clasificación para la Champions League (ambos esta temporada) como éxitos.
Nos trasladamos a nuestro país, y encontramos como “impulsor” de esta moda al “polifacético” (ejerció de presidente, periodista, fotógrafo e incluso utillero) en el ucraniano Dimitri Piterman que en 2003 inició su aventura en el Racing pero tras el rechazo de los accionistas fue del club para en 2004 comprar un nuevo “juguete” llamado Alavés, aquí tras un agresiva política de fichajes consigue ascender a 1ª División pero la temporada siguiente tras importantes desavenencias con jugadores, entrenadores e incluso afición (insultó a una plataforma de apoyo al equipo) el equipo desciende de nuevo y tras problemas económicas Piterman deja el equipo vitoriano en marzo de 2007. Creo que tanto en Santander como en Vitoria no guardan un grato recuerdo suyo precisamente.
Centrándonos ya en la actualidad, vuelve a salir a escena el Racing ahora con la presencia del indio Ali Syed que tras adquirir la mayoría de las acciones, asumir la deuda de la entidad y prometer convertir al Racing en el tercer equipo de nuestra Liga parece que ha dejado el club con una serie de deudas e impagos tras realizar una bochornosa espantada.
Al que parece que las cosas le van mejor, de momento, es al Málaga que tras la llegada del jeque catarí Abdullah ben Nasser Al Thani todo apunta que tras conseguir la salvación, gracias en parte a los fichajes de Baptista y Demichelis, la próxima temporada será un equipo a tener en cuenta en las zonas altas de la clasificación ya que los fichajes de Buonanotte, Van Nistelrooy y Monreal y las posibles incorporaciones de Toulalan, Joaquín, Heinze y Pastore entre otros transforman al equipo malacitano en un equipazo de nombres (toca esperar si también de hombres). Lo que ya ha logrado el jeque, es despertar la ilusión de la afición malagueña, que guarda grandes colas para renovar sus abonos o darse de alta, o sin ir más lejos la presentación de Monreal ayer ante nada menos que 5000 aficionados.
El último equipo en sumarse ha sido el Getafe, que el pasado mes de abril hizo efectiva su venta a un grupo inversor de Dubái, el Royal Emirates Group siendo el jeque Butti bin Suhail al Maktum la cabeza visible de este proyecto.
Un caso particular es el del Granada, ya que tras hacerse Gino Pozzo (dueño del Udinese) con la deuda del equipo andaluz, deja en manos de su socio, Enrique Pina, la dirección deportiva del club. La relación Udinese-Granada es tan importante que se produce un “trasvase” de jugadores del club italiano al equipo de la ciudad de la Alhambra lo que permite al Granada confeccionar una de las mejores plantillas de 2ª División, que se está viendo reflejado en la actualidad ya que es posible que el sábado ascienda a 1ª, para ello deberá superar en tierras ilicitanas al Elche tras el empate por 0-0 de ayer cosechado en Los Cármenes.
A modo de reflexión opino que como todo en esta vida, estas inversiones tienes sus ventajas e inconvenientes. En la parte positiva está el hecho de que pueda sanear un club, traer a grandes jugadores, servir como atajo a grandes éxitos… Pero en el lado negativo existe el riesgo de que todo salga mal, que se produzcan impagos, lo que podría llevar al fin de un club. También entran en juego los valores del fútbol, ¿Qué ha sido de sentir los colores por la camiseta?, aunque sinceramente ¿Cuántos jugadores hay que los sientan de verdad? La respuesta es fácil, pocos.
Para terminar lanzo una pregunta a aquellos lectores que son de equipos que están lejos del poder que tienen Barcelona o Madrid, como en mi caso con el Real Oviedo ¿Os gustaría que llegase un inversor extranjero con sus millones?, ¿Os arriesgaríais? Yo no lo tengo del todo claro con mi Oviedo, aunque peor que el impresentable de Alberto González (máximo accionista y presidente del club) sería muy difícil hacerlo.
A disfrutar del fútbol.
Pablo Feito & Santiago Serrano
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